Peru21 - 22-08-09
Concierto fugaz para un sol dormido es el nuevo espectáculo del grupo teatral de sombras Cantar del Cárabo. Se presentan los sábados y domingos, a las 4 p.m., en la Alianza Francesa de Miraflores.
Quizá la primera referencia que existe sobre el juego de las sombras es el famoso “mito de la caverna’ de Platón: sombras que, proyectadas sobre una pared, dan la sensación de una realidad que, en verdad, no existe.
Dos mil años después, Helijalder Capristano y Marie-Eve Lefebvre rescatan esta preocupación por lo visto, pero ya no como crítica, sino más bien como un rescate de la imaginación.
Concierto fugaz para un sol dormido –como se titula la obra– cuenta tres historias con siluetas diseñadas para la ocasión: una bicicleta voladora, un toro en dos patas, una cometa, por ejemplo.
Los artistas del taller Cantar del Cárabo –cárabo es un tipo de búho del África y Europa– utilizan en sus obras 100 figuras de cartón, pantallas móviles, títeres, escenografías y música propia. A esto se suma la destreza de los “sombristas’.
Lefebvre explica: “Hay toda una técnica para obtener sombras nítidas y grandes. Del manejo de las luces depende la proyección y hasta las texturas. Porque una cosa es la luz de los tachos y, otra, la que proviene de velas y linternas”.
En una época en que la televisión llena el mundo de figuras sin decir nada, el teatro de sombras obliga a pensar en esa realidad tan cargada de símbolos que, a veces, hasta se pierde de vista. Es como si estos artistas demostraran que hasta las formas tienen su razón de ser. Y en esto sí coinciden con Platón: para él, las formas eran las ideas.
Foto: Roberto Cáceres
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