El ave que enseña cantando

TU VIDA ES PURO TEATRO por Cesar de Maria
09 de setiembre 2009
elcomercio.com.pe


El boom teatral limeño ha generado un circuito de salas que ahora cobran mucho más que antes, venden más entradas y por lo tanto, generan más dinero para sus empresarios y sus actores. Esto a su vez ha creado un star system, actores famosos –usualmente blancos y guapos- que atraen público y permiten a los empresarios incursionar en nuevas salas, más grandes y rentables. Por ejemplo, si hace pocos años uno lograba con suerte 100 espectadores en el Británico, a 20 soles cada uno, hoy se pueden tener 2000 asistentes en el Teatro Peruano Japonés, que pagan en promedio 40 soles por boleto.

Este feliz incremento en soles por función se ha visto correspondido por la calidad de nuestros actores, que va en aumento, pero no tiene correlato aún en otras áreas del teatro menos faranduleras pero igualmente importantes, como la escenografía o el vestuario. Si recordamos actuaciones excelentes, que merecían el precio que pagamos, ¿recuerda alguien una escenografía o un vestuario inolvidable, o que realmente destaque más allá de su presencia funcional? Nos faltan directores de arte, escenógrafos y vestuaristas –y artesanos de utilería, expertos en efectos especiales y otros artistas afines- y aún no contamos con estrellas en estas áreas, salvo aquellos que destacaron y se fueron del Perú, como Pepe Corzo. Nuestras grandes actuaciones de hoy suelen tener tras ellas, literalmente, telones negros, paredes blancas e ideas grises. Queda mucho por hacer en esas áreas, muchos talentos por identificar y mucha gente por educar, empezando quizás por nuestros propios directores, quienes deberían renunciar a ser ellos los que diseñen su escenografía para arriesgar más en esa área, confiando en ideas de gente que sepa más y convocando talentos que vuelen más alto. Como vuela el cárabo. Porque de él queremos hablar.


El grupo El cantar del cárabo está presentando Concierto fugaz para un sol dormido, una obra de teatro de sombras llena de sorpresas y muy felices soluciones escénicas. Aunque se pone en horario de teatro para niños –sábados y domingos a las 4 p.m. en la Alianza Francesa- este Concierto es disfrutado por chicos y grandes por su poética dramaturgia y, en especial, por su calidad estética que deja boquiabiertos a los espectadores y atrapa la atención aun de los niños más inquietos.


Desde que ingresamos a la sala vemos en escena, como en un altar, una colección de imágenes creadas con materiales simples y luces sugerentes que anticipan el regalo que nos dará la puesta. Mezclando clown, actuación, mimo y teatro de objetos con las antiguas técnicas del teatro de sombras –que el grupo maneja asombrosamente bien- El cantar del cárabo nos lleva al cielo para contarnos tres historias fascinantes, enigmáticas, críticas y, sobre todo, bellas. Esa belleza que uno espera de otras puestas más fastuosas nos la da este grupo cuya riqueza visual debería ser disfrutada por muchas familias y además, reclutada para mejorar el nivel visual de nuestros grandes éxitos teatrales. Si vuela tan alto este cárabo, que nos levante a todos.


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